Para quienes no lo conocen Gordon Ramsay. Es un chef,
restaurador y presentador de televisión británico. En su carrera gastronómica (25
restaurantes en los cuales ha sido condecorado con 16 estrellas Michelín Además
de por sus facetas culinarias, Ramsay es conocido por presentar programas de
televisión y espacios de telerrealidad sobre cocina, tanto en Reino Unido como
en Estados Unidos. Entre sus espacios más conocidos se encuentran Hell's
Kitchen, The F Word, Kitchen Nightmares y la versión norteamericana de MasterChef.
Famoso además por su boca sucia y su salvaje honestidad.
En su programa Comienza por sentarse, estudiar el menú y
ordenar algunos platos. Analiza así la actitud del staff, la atención al
cliente, la calidad de la comida, se fija si los clientes están disfrutando su
estancia, etc. Y se hace una idea de los puntos débiles.
A pesar de que la serie gira en torno a la industria
gastronómica, la mayor parte de las lecciones de Ramsay son aplicables a
empresas de cualquier naturaleza.
Aquí está una lista de 12 de esas lecciones que le ayudarán
a dirigir un negocio más exitoso.
12 Lecciones de administracion.
1. Piensa simple
Uno de los problemas que Ramsay detecta primero es la
tendencia de los dueños/as del negocio a complicar su menú con una lista enorme
de platos. Su consejo es volver a lo básico.
El mismo principio se aplica a cualquier negocio - no
necesitas grandes niveles de complejidad para tener éxito. A menudo, los
negocios más prósperos son los que tienen la oferta de valor más simple y directo.
Eso ayuda a tus clientes a identificar lo que ofreces de un vistazo, y asegura
que no te quemes ejecutando una operación demasiado complicada.
2. Encuentra tu nicho
¿Ofreces un servicio especial? O ¿quizás tienes el único restaurante en la ciudad en preparar la auténtica salsa x (o cualquier
especialidad)?. Cualquiera que sea el caso, es importante que encuentres tu
punto de venta único - el elemento que te diferencie del resto de tu
competencia.
Este principio es citado hasta el hartazgo en cada libro de
negocios, blog o cada episodio de esta serie, es una total obviedad y sin
embargo…
3. Conoce tu rol
Si tienes un negocio gastronómico, esto no significa que necesitas
ser el jefe de cocina. Las/os dueños de negocios representan todo tipo de roles
(a menudo más de uno) en sus propios negocios, y es importante saber dónde
encajan mejor.
Se honesta/o con contigo misma, la arrogancia de pensar que
puedes hacerlo todo puede estar obstaculizando tu éxito. Si eres mejor gerente
que cocinero/a, sal de la cocina. En todos los negocios vemos este tipo de
corrimiento por parte de los fundadores. Bill Gates mismo dio un paso al
costado y dejó que otro fuera la cara del negocio. Anita Rodick, fundadora de
The Body Shop dejó en su momento la dirección de la empresa a un profesional
que pudiera conducirla a nuevos niveles.
4. Reconoce el potencial de tus empleados
En numerosas ocasiones vemos a un miembro del equipo que es
subestimado. Ramsay tiene una gran habilidad para identificar a esas personas
que solo necesitan una oportunidad para
brillar, ya se trate de una camarera o un cocinero. Les da
responsabilidades, los felicita cuando se destacan y los apuntala cuando
fallan.
5. ¿Quién está impidiendo el progreso?
Lo opuesto también es cierto. A menudo vemos a un miembro
del equipo que parece interponerse en el camino la mayoría de las veces. Muchas
veces es el jefe de cocina que se niega a aceptar que necesita aprender o, lo
cual es mucho peor, el dueño/a del restaurant es quien impide el desarrollo del
negocio. Dale la oportunidad a esas personas de aprender y alinearse con los
objetivos de la empresa o déjalas ir, no necesitas piedras en el camino.
6. No tengas miedo de hacer algo de trabajo duro
Algunos de mis momentos favoritos es cuando Gordon saca a
todo el personal a la calle para hacer algunas prácticas de marketing directo.
Y pone a todo el staff, dueños incluidos, a interactuar con el público
potencial y con los proveedores locales para difundir los cambios y a veces,
hasta pedir que les den una segunda oportunidad.
Al hacer este 'trabajo poco interesante y duro' no sólo
sumas sinceridad y un toque personal a la interacción, pero también es más
rentable. Para muchas pequeñas empresas, los propietarios son los más grandes
evangelistas de la empresa. Además, es gratis.
Así que no temas bajarte de la cima y empezar a sudar para
hacer un trabajito que seguramente preferirías tercerizar.
7. Examina a tu competencia
¿No puedes entender por qué tu empresa está fallando? Echa
un vistazo a lo que sus competidores están haciendo exitosamente. En uno de los
episodios cuando el propietario de Ruby Tate, un restaurante de mariscos más
que mediocre, encuentra que su negocio se hunde, Ramsay lo lleva a un negocio
local que vende sin grandes pretensiones gastronómicas solo pescado y papas
fritas (los fish and chip) y ahí, asombrado por
el servicio rápido e ingredientes frescos de la competencia, el
propietario comienza a ver la luz.
No tengas miedo de hacer lo mismo: ver cómo funciona la
competencia te puede decir mucho acerca de tus propias fortalezas y
debilidades.
8. Escucha a tus clientes
Una de las primeras cosas que Ramsay hace a la hora de
ayudar a un negocio en problemas es escuchar lo bueno, lo malo y lo feo de la
fuente: los clientes. Recorre las calles y escucha de la propia boca de la
población local lo que han experimentado u oído acerca del restaurant en
cuestión. A partir de allí desarrolla una estrategia para relanzar el negocio.
Es importante escuchar lo que dicen los clientes de tu
empresa, de la competencia y de ese sector de la industria en particular. La
forma más fácil de averiguar cómo puedes servir mejor a sus clientes es dejar
que ellos mismos te lo digan. Lee y sigue foros populares y comunidades que son
relevantes para tu industria o habla con ellos directamente. Tus clientes te
ofrecerán una visión útil y valiosa.
9. Sabe lo que está pasando en la cocina
Tanto si tu negocio tiene o no una cocina, tú como
propietaria/o necesitas tener una sólida comprensión del funcionamiento interno
de tu negocio. Esto no significa que necesitas meter la mano en todos los
aspectos, pero significa que necesitas tener una comunicación abierta con tus socios
y con las personas en las que delegas.
No dependas
ciegamente de las personas para que el trabajo se realice correctamente porque,
si las cosas van mal, para cuando te des cuenta será demasiado tarde. Y no
siempre tendrás a tu disposición un Gordon Ramsay que te saque del apuro.
10. No tomes la crítica como algo personal
Lo que hace tan entretenido a este programa y a la vez
enfurece muchas veces a los dueños es observar la brutal honestidad de las
críticas de Gordon.
La próxima vez que un crítico toque a tu puerta, olvida el
hecho de que están hablando de lo feo que es tu bebé. Escúchalos con atención y no tomes las
críticas (por duras que sean) como algo personal. Si puedes filtrar tus
emociones, más rápidamente podrás entender lo que estás haciendo mal y
corregirlo.
11. No tengas miedo del cambio
Si estás conduciendo el negocio a tu manera y esa no te
lleva por el buen camino, es hora de que pruebes algo nuevo.
Como empresarias/os, nos sentimos muy orgullosas/os de todo
lo que ponemos en nuestras empresas, pero no podemos dejar que nuestro orgullo
se interponga en nuestro camino.
Con demasiada frecuencia se ve en el programa como los dueños de restaurantes son demasiado
reticentes a despojarse de sus viejos hábitos a pesar de los esfuerzos de
Ramsay por demostrarles que son precisamente esos hábitos los que están
llevando el negocio a la ruina. Al hacerlo, sólo dificultan los cambios
necesarios para rescatar a su negocio. No cometas esos mismos errores, hay que
saber cuándo es hora de producir un cambio.
12. No te rindas
Probablemente el mejor y más común consejo para alguien que
dirige una empresa es nunca darse por vencido. Gordon predica ese consejo en
cada uno de los episodios al incentivar al staff y al dueño/a seguir
comprometiéndose con el trabajo aun cuando a veces las cosas salen muy mal.
Llevar a delante un negocio no es una tarea para flojos ni
para personas que no saben sobreponerse a las dificultades. Tus mayores éxitos
a menudo provienen de tus más grades fracasos, siempre y cuando sepas aprender
las lecciones y no te des por vencida.
Conclusiones
El problema de una empresa siempre es el/la dueño/a, no los
empleados. A veces un empleado inescrupuloso se adueña de la situación y con
arrogancia conduce el negocio a la bancarrota, pero aun así hay que darse
cuenta quien es el que cedió el timón.
En el programa es impresionante ver como una persona que
nada sabe del negocio compra un restaurant y contrata a un chef necio y
arrogante y lo deja hacer sólo porque sabe (o cree saber) cocinar.
Ramsay se crece con las dificultades, sus golpes de timón y
aportaciones dan excelentes resultados y percibimos su autenticidad por el
agradecimiento de los propietarios y sus equipos. No es para menos pues Ramsay
maximiza el nivel de la cocina y el servicio de cada restaurante acorde a su
clientela potencial, además de aportar un gran valor material con la nueva
decoración del local.
El foco principal está en el factor humano, es aquí donde
radica el mayor valor del programa. Vemos a una persona, un apasionado
profesional con una irradiante energía y aquilatada experiencia, que ayuda a
otras personas enseñándoles a fortalecerse mental y emocionalmente para
afrontar y superar sus problemas y límites,
recuperando su autoestima, el control y la senda de la prosperidad.
A Ramsay se le puede enmendar, y así lo hacen muchos, de
poco cortés, poco o nada diplomático, a
menudo grosero, y que muestra “sin control” su enfado; pero en mi opinión esa
forma de actuar en sus circunstancias, es adecuada, hasta positiva. Lo es
porque a quienes dirige sus “piedras verbales” no las encajan de la forma agresiva que percibe el televidente; al
contrario, las reciben y aceptan como el “correctivo” que necesitan, y que
ellos mismos usarían si tuvieran que aleccionar a una persona que estiman.
Siempre hay y habrá quien dirá que de acuerdo en lo
anterior, pero que hay que hacerlo con
delicadeza. Es muy probable que quien así se manifieste, no conozca lo que es
una cocina profesional, un taller metalúrgico o un supermercado, que no haya
trabajado en las trincheras, siendo su visión de esos ámbitos la de un
espectador o lector.
Gordon Ramsay,
primero empresa, después restaurante.