Platos y dulces típicos de Semana Santa.
“Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección no se puede comer
carne”. Éstas podrían ser las palabras de mi madre, la tuya o la de
cualquiera, repitiendo cada Semana Santa la misma canción. A que lo recuerdas, Desde Lladró sentimos verdadero respeto por las tradiciones y también por todas
esas madres que durante estos días desempolvan sus recetas de Pascua y se
esmeran en la cocina. Por eso mismo haremos un pequeño post acerca de platos y
postres típicos en esta semana. Esperando que puedan ser una opción para que no
caigas en la tentación y evites el consumo de carne.
La gastronomía en España durante la Semana Santa tiene sus peculiaridades.
Por ejemplo, en el norte de la península es típico servir las sopas de ajo. Por
su parte, el potaje de vigilia es una variedad de potaje realizado con bacalao
en salazón. El bacalao es el pescado protagonista en Semana Santa. Lo podemos encontrar
en forma de buñuelos, croquetas o tortillitas. Si hablamos de dulces tenemos
que hablar de las torrijas, cuyas recetas difieren dependiendo de la zona.
También tienen su lugar los Pestiños. Además, no nos podemos olvidar, en
Cataluña son muy famosas las Monas de Pascua. En Valencia se comen las
longanizas de pascua y las monas. Más al sur nos encontramos los Hornazos.
EL POTAJE DE VIGILIA:
Nunca he sido partidario de que este plato fuese tradicional de hacerlo
solo el viernes de vigilia o tener que esperar a semana santa para degustarlo un
plato, Por supuesto que es un plato que viene muy bien para evitar el consumo
de carne los viernes de cuaresma. El plato contiene como aporte proteínico
bacalao en salazón. Considerado como uno de los platos más encontrados en
Semana Santa, lo podemos encontrar también con el nombre de Potaje de Bacalao
con Garbanzos y Espinacas.
Ingredientes:
300 grs de garbanzos
200 grs de bacalao
Espinacas, un manojo (si son congeladas 200 grs.)
2 dientes de ajo
1 cebolla
2 rebanada de pan
1 cucharada de pimentón dulce
Aceite de oliva
Sal
Agua
2 huevos cocidos (opcional)
Preparación:
La noche anterior se pone a remojar los garbanzos en agua con sal
y en otro recipiente el bacalao.
En una olla o cazuela se agrega aceite suficiente para que cubra el fondo y
se fríen los ajos enteros y las rebanadas de pan. Se sacan a un recipiente y se
tritura. (Si se le echa una poquita de agua se tritura mejor). Reservar.
Se corta la cebolla a trocitos pequeños se echa en el aceite de haber frito
el pan y los ajos y se dora. A continuación se agrega el pimentón y se le da
unas vueltas procurando que no se queme. Se añade el agua necesaria para cocer
los garbanzos y cuando el agua empiece a calentar se añaden los garbanzos y el
majado que tenemos reservado de ajos y pan. Cocemos hasta que los garbanzos estén
tiernos. Cuando estén tiernos se le añade el bacalao y las espinacas y se deja
cocer hasta que estén hechos. El potaje tiene que quedar con el caldo espeso.
Es costumbre acompañarlo de huevo cocido troceado por encima del plato.
Este potaje está mejor de un día para otro.
LA TORRIJA:
Por excelencia el postre típico de la Cuaresma, elaborado a base de pan
empapado en leche y huevo, y luego frito, tiene un origen que se remonta hasta
casi 2.000 atrás. Además es un dulce muy internacional.
Los romanos ya conocieron este dulce. El gastrónomo romano del siglo I d.C,
Marcus Gavius Apicius, escribió sobre las torrijas en su libro De re coquinaria
„: rompe siligenas (galletas de trigo), baña las en leche, tuesta las en
aceite, riega las con miel y sirve las.”
En el „Libro de buenas menjares” (”Buch von guter spyse”) del siglo XIV, se
menciona las torrijas/Arme Ritter la primera vez por escrito en la zona
germanoparlante„snit denne aht snitten arme ritter und backe die in smalze
nicht zu trüge.” (Corta
Del siglo XV data la mención sobre este dulce, atribuida al poeta y músico
Juan del Encina: “miel y muchos huevos para hacer torrejas”, citado como plato
indicado para la recuperación de las mujeres tras el parto.
En el siglo XVII se recogen las primeras recetas de preparación de
torrijas, contenidas en el Libro de Cozina de Domingo Hernández de Maceras
(1607) y en Arte de cozina, pastelería, vizcochería y conservería de Francisco
Martínez Motiño (1611).
Un dulce internacional con muchos nombres
En Alemania las torrijas se llaman Arme Ritter (caballeros pobres) y no son
más que una manera de aprovechar el pan sobrante, de las que está llena la
cocina tradicional, y no sólo la española.
Los franceses llaman a su versión pain perdu, o sea, pan perdido. Y los
ingleses llaman a algo parecido nada menos que poor knights of Windsor. Dicen
que tanto en Inglaterra como en Alemania en el siglo XIV los caballeros
empobrecieron tanto que el pan era el único alimento de su alcance que pudieron
pagar. De ahí viene el nombre.
Para los americanos las torrijas se llaman French Toast, los suizos dicen
Fotzelschnitten y los austriacos y Bávaros Pofesen o Pavesen.
En Portugal las torrijas tienen el nombre Rabanadas by son un típico dulce
de Navidad que se come en la Noche Buena y durante las fiestas.
De la manera que sea su nombre, y aunque son muchas las variantes a la hora
de preparar unas torrijas, todas ellas tienen en el pan asentado, la leche, los
huevos sus ingredientes principales. . En las casas humildes se ahorraban el
huevo y las torrijas se bañaban en almíbar, sustituyendo la canela por el
azúcar.
El método de preparación depende del tipo de pan utilizado y de la
culinaria de la región. Así pues, se pueden encontrar bañadas en leche
aromatizada como es el caso de Castilla y León, en vino al estilo andaluz, en
almíbar, e incluso como las realizan los donostiarras, con crema pastelera.
Recetas para preparar torrijas
Aunque son muchas las variantes a la hora de preparar unas torrijas, se
presenta a continuación una receta andaluza y una receta clásica, fácil de
preparar en casa y que rendirá unas auténticas torrijas de Semana Santa.
Torrijas andaluzas con vino y miel
Pan del día anterior
375 ml Jerez Fino
375 ml vino Pedro Ximénez
6 huevos
4 cucharas de miel de naranja
1/4 l miel
1 /4 l agua
1 rama de canela
1/4 l aceite de oliva
Azúcar y canela
Verter el Fino y el vino PX en una cacerola. Añadir la rama de canela. Se
pone a hervir y deja reducir el líquido hasta la mitad. Dejar enfriar.
El pan se corta en rebanadas gruesas, de unos tres centímetros de espesor,
que se colocan en una fuente honda.
Batir los huevos a punto de nieve con un poco de azúcar. Calentar el aceite
de oliva.
.Se cubren a continuación las torrijas con el vino ya templado y se dejan
hasta que se dejan hasta que se empapen bien. Las torrijas se retiran del vino
y, con ayuda de una cuchara, se rebozan bien en los huevos batidos. Se fríen en
aceite bien caliente y en una sartén un poco honda. Hay que dar la vuelta a las
rebanadas con cuidado, utilizando una espumadera y una cuchara para evitar que
se desmoronen, y es aconsejable freír sólo un par de torrijas cada vez.
Una vez estén doradas, se sacan de la sartén y se colocan en una fuente y
se deja unos minutos en un papel absorbente y luego en un plato.
Para el aguamiel se calienta el agua, la miel y un poco de azúcar para el
brillo, hasta que el aguamiel queda espeso.
Se riega las torrijas con aguamiel y se espolvorea con canela en polvo. Se
comen tanto calientes como frías
Torrijas clásicas
Pan del día anterior
Leche
Ralladura de limón y de naranja
Azúcar
1 rama de canela
Canela en polvo
Huevos
50ml de brandy
Calentar la leche junto con las ralladuras, el azúcar y la rama de canela.
Cuando empieza a hervir añadir el brandy. Apagar el fuego y dejar templar.
Empapar las rebanadas de pan en la leche. Escurrir.
Rebozar las rebanadas en los huevos batidos y freír en aceite muy caliente.
Escurrir el aceite sobrante y espolvorear con canela.
EL PESTIÑO:
También Es un dulce navideño típico del sur de España, elaborado con masa
de harina, frito en aceite de oliva y pasado por miel. También se elaboran con
azúcar, como una alternativa a la miel. A la masa se le suele dar sabor con
ajonjolí. Su tamaño y forma son variables y destacan los elaborados en Medina
Sidonia, Cádiz, Chiclana de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda, y otras
poblaciones de dicha provincia. En el resto de Andalucía Occidental se consumen
todo el año.
Suelen tener forma de lazo o pajarita, tomando una pieza de masa ovalada y
doblando hacia el centro los laterales.
LA MONA DE PASCUA:
La severa y rigurosa abstinencia que antiguamente caracterizaba al período
de Cuaresma introdujo entre los cristianos la costumbre de bendecir el sábado
santo todos los huevos recogidos desde el miércoles de ceniza para repartirlos
entre los amigos el día de Pascua. En algunos lugares se pintaban de rojo (en
recuerdo a la sangre derramada por Jesús), amarillo y otros colores. En Francia
la costumbre era presentar al rey después de la misa del Domingo de
Resurrección cristiano unas pirámides de huevos dorados, que el monarca
repartía entre la corte
El nombre proviene de la munna término árabe que significa "provisión
de la boca", regalo que los moriscos hacían a sus señores. El pueblo que
más fama tiene en la fabricación de este producto alimenticio es el de
Alberique.
Aunque se consume durante todo el año, en la mayor parte de la Comunidad
Valenciana su consumo está restringido a la Pascua. Sus ingredientes son
harina, azúcar, huevos y sal. Es una masa que conlleva mucho trabajo en su
amasado, y requiere una hora de reposo previa a su cocción. Existen diversas
variedades, pero la que se más se es la que se conoce como panquemado.
La que se consume durante las fiestas de Pascua es un bollo elaborado con
la misma masa que el panquemado que lleva uno o varios huevos (dependiendo del
tamaño) con la cáscara pintada. Estos huevos son introducidos como elemento
decorativo aunque también ayudan a dar forma al dulce. Las formas son muy
diversas aunque suelen ser la de algún animal como una serpiente, lagartija o
mono. Finalmente, está recubierta por anisetes de colores.
Llena de tradiciones, la mona se suele consumir durante la merienda de los
días de pascua acompañada de la longaniza de Pascua, siendo costumbre cascar el
huevo en la frente de otra persona. También es posible acompañarla de chocolate
si la mona ha sido espolvoreada de azúcar y carece del huevo cocido.
Otra costumbre es que el padrino regale la mona a su ahijado el Domingo de
Pascua. El Lunes de Pascua es tradición que se reúnan dos o tres familias o un
grupo de amigos y que vayan a comer la mona juntos.
En Cataluña, sin embargo, la mona presenta una evolución que la hace
totalmente diferente. Su apariencia es más cercana a la de una tarta. Empezó
sustituyéndose el huevo de gallina por uno de chocolate que acabó siendo la
base de la mona haciendo los pasteleros auténticas filigranas arquitectónicas
con el chocolate.
LOS CRESPELLS:
Los crespells (o crespellets), del latín crispus (rizado), son uno de los
típicos dulces mallorquines parecidos a galletas que sin duda hacen las
delicias de grandes y pequeños. Para prepararlos colocad la harina sobre un
mármol o en un barreño, haced un agujero y añadid el resto de ingredientes,
empezando por la levadura. Hay que amasarlo sin trabajar la masa y dejarlo
reposar un cuarto de hora.
Elaboras los crespells espolvoreando harina sobre el mármol, extendiendo la
masa con las manos, haciendo una bola y estirándola con el rodillo haciendo una
lámina de 1 cm de grosor, aproximadamente y después utilizad un molde especial
(o haced trozos). Hacedles unos cuantos agujeros con un tenedor.
En una bandeja engrasada, ponedlos a cocer en el horno (180ª) de 20 minutos
a media hora. Una vez enfriados un poco espolvoreadlos con azúcar glass y a
comer.